viernes, 6 de febrero de 2009

Acerquemonos A Dios de Corazón Sincero y en Plena Certidumbre de Fe..

Salmo 91
El Que Habita Al Abrigo del Altísimo
Morará bajo la Sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová:
Esperanza mía, y castillo Mío;
Mi Dios, en Quien Confiaré.
El te librará del lazo del Cazador,
De la peste Destructora.
Con sus plumas te Cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su Verdad.
No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día,
Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del día Destruya.
Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra;
Más a tí no Llegará.
Ciertamente con tus ojos Mirarás
Y verás la Recompensa de los Impíos.
Porque has puesto a Dios,
Que es mi esperanza,
Al Altísimo por tu habitación,
No te Sobrevendrá Mal,
Ni plaga tocará tu Morada.
Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
Que te guarden en todos tus caminos.
En las manos te llevarán,
Para que tu pie no tropiece en piedra.
Sobre el león y el áspid pisarás;
Hollarás al cachorro del león y al dragón.
Por cuanto en Mí ha Puesto su Amor,
Yo También lo Libraré; Le pondré en alto,
por cuanto ha Conocido mi Nombre.
Me invocará, y yo le responderé;
Con él estaré Yo en la Angustia;
Lo Libraré y le Glorificaré.
Lo Saciaré de Larga Vida,
Y le Mostraré Mi Salvación...

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